Match point (2005)

  • Match-Point-posterReino Unido
  • Thriller
  • Dirigida por Woody Allen
  • Escrita por Woody Allen
  • Interpretada por Jonathan Rhys Meyers, Scarlett Johansson, Emily Mortimer y Brian Cox
  • 124 minutos 

Homenaje cinematográfico a la novela de Dostoyevski, Crimen y castigo. El excelente Jonathan Rhys Meyers evoca al personaje de Rodión desde el primer momento en que tomamos conciencia de su situación: joven, culto, pero con una vida precaria que apenas le permite saldar cuentas a fin de mes. Es así como llega a Londres, buscando un futuro mejor, tratando de abrirse camino.

El azar, la suerte o la fortuna son cualidades, todas ellas, que marcan el destino de uno mismo. Es la idea que pulula en cada uno de los fotogramas de esta cinta. ¿Qué sucede cuando la pelota está justo encima de la red? ¿Hacia qué lado caerá? Detrás de esta vertiente azarosa encontramos, por supuesto, la voluntad de la persona, el esfuerzo y la constancia. Para Chris Wilton, protagonista de este relato, no hay lugar para la duda: ambiciona ser Alguien en esta vida, esto es, dinero, poder y lujos. ¿Tendrá suerte en su intento?

La figura de Emily Mortimer, sobresaliente e infravalorada actriz, es la clave de bóveda de esta narración. Ella abre las puertas del paraíso. Pero, de pronto, aparece la fractura: Scarlett Johansson, la tentación más absoluta. De esta manera, con apenas un par de profundas pinceladas, Woody Allen consigue elaborar una obra maestra. Nos encontramos así ante un relato sumamente perturbador. Los enredos sentimentales a los que nos acostumbra el cineasta -casi siempre expuestos en clave de humor- continúan aquí presentes, sin embargo ahora se tornan turbios, tenebrosos. Aparece así una batalla psicológica en la que las metas existenciales de uno mismo quedan salpicadas por el amor y la lujuria. Estamos, pues, en plena tormenta, presos de los dilemas morales que acompañan a nuestro protagonista.

Match point es una historia sobrecogedora. Para mí, nos encontramos -siempre en términos relativos- frente a la mejor película de la pasada década. Todo ello surge del exilio británico del maestro Woody Allen. Una escapatoria que no pudo tener mejor resultado que este. La fotografía de Remi Adefarasin y el guion del cineasta retratan un Londres donde la turbiedad impera sin límite alguno. Quedo cautivo desde el primer momento en que abre este relato, atento al devenir de los acontecimientos. La carga psicológica que acompaña a esta alma errante no te permite permanecer impasible. Todo en esta historia me parece aterrador. Así que Woody Allen lo ha conseguido: un drama tenso, un complejo thriller que va directo a la inquietud. La figura de Chris Wilton solo despierta en mí la lástima. Obra maestra