The Usual Suspects (1995)

Bryan Singer: Sospechosos habituales (The Usual Suspects, 1995). Thriller icónico de los noventa. Escrita por Christopher McQuarrie. Interpretada por Kevin Spacey, Gabriel Byrne, Chazz Palminteri, Kevin Pollak, Stephen Baldwin y Benicio del Toro. 106 minutos. 

Un barco salta por los aires en San Pedro, California. Apenas hay dos supervivientes: un húngaro que ardió vivo y un estafador lisiado. ¿Qué pasó allí? Chazz Palminteri se frota las manos. Piensa que tiene la oportunidad de cazar a Gabriel Byrne, criminal con pasado policial. El retrasado de Kevin Spacey es su baza. Tiene un trato: inmunidad por información. Cuéntame, qué sucedió. Ahí comienza todo, seis semanas atrás, en Nueva York. Alguien acaba de dar un golpe de poca monta. ¿Quién habrá sido? Den un paso al frente y digan: Hand me the keys, you fucking cocksucker. Es una rueda de reconocimiento y allí están los de siempre, los sospechosos habituales: Kevin Pollak, Stephen Baldwin, Benicio del Toro y dos más, el antiguo policía y el lisiado, que enseguida hacen migas. No los tienen. No es tan fácil cogerlos. Además, han juntado a la flor y nata del crimen neoyorquino. Los golpes se suceden: un taxi policial, un narcotraficante y, ahora, un barco; el barco. Entre tanto, el húngaro del hospital comienza a cantar. Y sale un nombre, otro más: Keyser Soze. ¿De dónde ha salido este tipo? Palminteri se desespera, igual que yo. Byrne se la ha vuelto a jugar: lo ha enredado en un despacho abarrotado de trastos y papeles con el capullo de Spacey. Menuda pérdida de tiempo. Falta una taza de café estrellándose contra el suelo, un tranquilo paseo por las aceras angelinas y tú, mientras, con la boca abierta. Es 1995 y se suceden las obras maestras en el cine norteamericano. Christopher McQuarrie tiene veintisiete años; Bryan Singer, treinta. Uno escribe y el otro dirige. No han vuelto a hacer nada igual.