The Deer Hunter (1978)

Michael Cimino: El cazador (The Deer Hunter, 1978) Realismo social para hacer frente a Vietnam. Escrita por Deric Washburn, con historia propia y de Michael Cimino. Interpretada por Christopher Walken, Robert De Niro, John Savage, John Cazale y Meryl Streep. Fotografía de Vilmos Zsigmond. 183 minutos. 

Son los comienzos de los años setenta en Clairton, Pensilvania. Es una pequeña población donde casi todos se conocen. Viven del acero. Sus calles están llenas de trabajadores. Es allí donde un grupo de amigos hace su vida: les gusta divertirse en el bar, tontear con las chicas y salir los fines de semana a cazar. No hacen mucho más, pero les basta. John Savage está a punto de casarse y, en plena boda, John Cazale monta el cuadro con su novia Angela. Mientras, Christopher Walken se declara, borracho perdido, ante una guapísima Meryl Streep. Chica, por cierto, que también le gusta a Robert De Niro, su mejor amigo. Es la clase obrera estadounidense, con sus virtudes y defectos, retratada por Michael Cimino. ¿Qué pintan estos chicos en VietnamI like the trees, you know? I like the way that the trees are on mountains, all the different… the way the trees are. Así es como se ahoga una vida. Cómo sobrevivir a la escena de la ruleta rusa. Lucha el protagonista por sus amigos, porque a ciertas cosas la guerra no puede vencer. Triunfa la amistad, pero su corazón ha quedado marchito para siempre. Nunca más podrá volver a disparar a un ciervo. En Saigón, mientras tanto, la mirada de un joven ha enloquecido. Vilmos Zsigmond nos fotografía el dolor, la desesperación. También la melancolía. El cineasta realiza una película humana, de crítica sutil y que te deja el corazón pungido. Es una obra maestra del cine. Hemos vuelto a los Estados Unidos, pero la felicidad de la boda ha quedado soterrada en un triste funeral. Ya nada volverá a ser igual.  

Heaven’s Gate (1980)

Michael Cimino: La puerta del cielo (Heaven’s Gate, 1980). Estados Unidos. Westen maldito para encuadrar la «otra» historia de América. Escrita por Michael Cimino. Interpretada por Kris Kristofferson, Christopher Walken, John Hurt e Isabelle Huppert. Fotografía de Vilmos Zsigmond. 219 minutos. 

Dos jóvenes corren, saltan de alegría. Es el año 1870. Tienen el futuro en sus manos, rendidos frente a la despreocupación. Pertenecen a la clase social de los elegidos: acaban de graduarse en Harvard. Les importa un rábano el discurso de graduación sobre realzar la cultura… ellos solo tienen ojos para las chicas. En 1890, las cosas han cambiado. El paso del tiempo les pesa. Una lista de la muerte tiene la culpa: 125 personas deben desaparecer de Wyoming. La Stock Growers’ Association acaba de declarar la guerra a los “anarquistas y ladrones” que pueblan Johnson County. Mientras, John Hurt ahoga en el alcohol el mundo de hipocresía y cinismo en el que vive. En el fondo, este grupo empresarial tan solo quiere borrar del mapa a los inmigrantes llegados desde Europa, ahora convertidos a campesinos en la tierra de las oportunidades. Es la América que se construye desde la costa este, desde Wall Street. La América que se levanta a base de violencia y sangre. Generalmente, la sangre del débil, del pobre. Atroz. Y todo con la complacencia de la política, bajo el amparo de la ley. El vínculo clasista se acentúa con los dilemas de los protagonistas. Kris Kristofferson renuncia a sus privilegios, a su opulencia. No quiere formar parte de esta génesis. Luchará del lado de los desfavorecidos. Frente a él, Christopher Walken, inmigrante de origen, asesina en nombre de los intereses elitistas. Ambos dos, por si fuera poco, se han rendido a los encantos de la sensual Isabelle Huppert, prostituta local. Pero el tiempo continúa avanzando: en 1904 un barco navega por las costas de Newport. Un hombre taciturno camina por la cubierta, abrazado al desencanto. Puñetazo seco. El tríptico de Michael Cimino escupe sin disimulos un capítulo importante de la historia estadounidense. Fotografiado estupendamente por Vilmos Zsigmond, este western siempre ha cargado con la etiqueta de maldito. Hundió a la United Artists, cuna de Chaplin y Allen. El cineasta nunca volvió a ser el mismo. Y Reagan tuvo su excusa para liquidar Arcadia. Al menos, la cosa mereció la pena.

A late quartet (2012)

  • zzzzaazazaEstados Unidos
  • Drama
  • Dirigida por Yaron Zilberman 
  • Escrita por Seth Grossman y Yaron Zilberman
  • Interpretada por Philip Seymour Hoffman, Catherine Keener, Christopher Walken y Mark Ivanir
  • 105 minutos

Una propuesta sencilla pero encantadora. Así es la obra elaborada por Yaron Zilberman. La clave de bóveda de la misma se encuentra, además de en la música clásica, en un magnífico reparto en el que destaca su cuarteto protagonista: Philip Seymour Hoffman, Catherine Keener, Christopher Walken y Mark Ivanir.

El invierno neoyorquino como escenario. Unos afinados y agradecidos diálogos como vehículo. La música como excusa. Y la vida como tema principal. ‘A late quartet’ representa historias comunes, problemas mundanos. Mil emociones, alegres y tristes, que quedarán armoniosamente combinadas al compás que marcan las mejores partituras clásicas. Qué fantástica puede llegar a ser la vida y con qué sutileza ha sabido plasmarlo esta maravillosa película.