The Adventures of Priscilla, Queen of the Desert (1993)

Stephan ElliottLas aventuras de Priscilla, reina del desierto (The Adventures of Priscilla, Queen of the Desert, 1993). Australia. Comedia estrambótica y travestida en pro de la tolerancia. Escrita por Stephan Elliott. Interpretada por Hugo Weaving, Terence Stamp y Guy Pearce. Fotografía de Brian J. Breheny. 102 minutos. 

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Antes de que Guy Pearce ejerciera de buen chico en L.A. Confidential, había sido Fellicia. Antes de que Hugo Weaving se inmortalizara como el Agente Smith en Matrix, se había vestido de mujer para versionar estrambóticamente el I will survive de Gloria Gaynor. Y antes de que Patrick Swayze, Wesley Snipes y John Leguizamo imitaran lastimosamente las peripecias de este film, Terence Stamp había puesto el listón demasiado alto como para tratar de igualarlo. Juntos emprenden un viaje hacia Alice Springs, en el corazón de Australia. Parten desde Sidney, ciudad vanguardista y de mentalidad relativamente más abierta que cualquiera de los otros pueblos a los que vayan a parar. Se la juega Stephen Elliott con dos travestis y un transexual. Le toma el testigo a George Miller y su Mad Max en cuanto a los desafíos del desierto australiano; a Ridley Scott y su Thelma & Louise en cuanto al espíritu reivindicativo. Comparte con ellas la aridez, el viaje, la combustión… y ahí terminan los paralelismos. Añade la novedad de las plumas y el colorido a más no poder. Son príncipes, o princesas, en su reino: Priscilla, un destartalado autobús cargado de aventura y liberación. El numerito final es lo de menos. Lo de más es el escupitajo peor tirado de la historia, mérito de Weaving. También te ríes con la escena de la filipina, con las descaradas actuaciones y con el frasco de ABBA. En todas ellas brilla el mejor personaje de todos: Bernardette. La principal lección -moraleja del film- corre a cargo del chiquillo. Y el tesoro escondido no es otro que la fotografía de Brian J. Breheny.