The corner (2000)

  • The_Corner_TV-829662911-largeEstados Unidos
  • Creada por David Simon
  • Dirigida por Charles S. Dutton
  • Escrita por Edward Burns, David Mills y David Simon (Novela: Edward Burns y David Simon)
  • Interpretada por T.K. Carter, Khandi Alexander, Sean Nelson, Clarke Peters, Glenn Plummer y Tyra Ferrell
  • HBO
  • 6 episodios

Hubo un tiempo en el que el oeste de Baltimore lucía estupendo. Eran días soleados, de felicidad completa, donde Gary y Fran tenían aquello que prometía el sueño americano. Lo tenían. Pero un mal día todo se truncó. Llegó la droga a sus vidas. Y todo se vino abajo: Gary dejó de ser un modélico y adinerado hombre para convertirse en un yonqui, Fran escapó de su farsa de mujer de clase media para convertirse en una yonqui, y DeAndre, el hijo de ambos, no tuvo más remedio que criarse solo, sin padre, sin una verdadera madre y en un contexto que reunía los ingredientes necesarios para la desesperación: pobreza, marginalidad social y un mercado de drogas al aire libre.  

Un padre que no es un padre. Deja pasar los días, da un paso atrás y se observa a sí mismo. ¿En qué nos hemos convertido? Es la deshumanización más absoluta. Pero a T.K. Carter ya no le quedan fuerzas para pelear, ha dado la batalla por pérdida. No así Khandi Alexander, quien busca un futuro mejor para sus hijos, para su familia y para sí misma. Quiere volver a vivir. Y es que… ain’t no job harder in America nos dice Blue (Glenn Plummer), quizás el mejor personaje de la serie, recordando lo que es ser un drogadicto, viviendo y respirando por y para su adicción. Es la desolación que acompaña a personas como Fat Curt o Scalio, hombres que viven en el infierno. Es el mundo de las esquinas, ese que atrae a quinceañeros, como Sean Nelson, sedientos de dinero, con pocas expectativas laborales y con un entorno que le obliga a crecer, a vivir, demasiado rápido. El tiempo se vuelve relativo en el cruce entre las calles West Fayette Street y North Monroe. Quizás por eso Ella Thompson (Tyra Ferrell) ha decidido abrir un jardín que honre la memoria de todos aquellos inocentes, como su joven hija, que dejaron sus almas para siempre en tan mísero lugar.

Por desgracia, esto no es ficción. David Simon, Edward Burns, David Mills y Charles S. Dutton bajan a la calle, caminan por las aceras y se detienen en las esquinas. Esta es la otra realidad, la que nadie quiere ver, la que apuñala al corazón de los Estados Unidos: violencia diaria, sueños frustrados y miles y miles de vidas rotas. Es la derrota más absoluta, más amarga, más descorazonadora. Es el mundo de la droga, con todos sus lamentos y angustias, al descubierto. Brutal.