Sideways (2004)

  • Sideways-Poster.1Estados Unidos
  • Comedia dramática
  • Dirigida por Alexander Payne
  • Escrita por Alexander Payne y Jim Taylor (Novela: Rex Pickett)
  • Interpretada por Paul Giamatti, Thomas Haden Church, Virginia Madsen y Sandra Oh
  • 123 minutos 

Alexander Payne es un artesano de los sentimientos. Su filmografía está repleta de obras que destilan humanidad en el sentido más amplio, consiguiendo transmitir de un modo sumamente veraz los volátiles estados de ánimo de las personas. Así sucedía en la melancólica ‘The descendants’ (2011), su mejor película, o en la solitaria ‘About Schmidt’ (2002). Pero el árbol, en cualquier caso, no debe impedir que veamos el bosque. Y es que su cine esconde una ácida caricatura acerca de los vicios y defectos, de las contradicciones y sinsabores, de las alegrías y tristezas, en definitiva, que marcan el devenir de nuestra  sociedad actual.

Un par de amigos, siete días de vacaciones y un coche con muchos kilómetros por recorrer. Eso es lo que necesita el cineasta de Nebraska, además de una suculenta variedad de vinos, para brindarnos un recital espléndido, en el que destaca un Paul Giamatti cautivador, acerca de las mil y una cosas que rodean al mundo del corazón tal como lo entendemos nosotros: citas, divorcios, bodas, rupturas, infidelidades, temores, ilusiones, dudas y qué sé yo cuantas cosas más. 

Su cine tiene mucho de introspectivo, volviendo a pincelar aquí una comedia dramática en la que nos expone un costumbrismo caracterizado por los vaivenes emocionales, los virajes sentimentales, así como las frustraciones y desesperanzas de cada uno. Es la vida mostrada a través de los ojos de Alexander Payne.

‘Entre copas’, en resumen, desentraña de un modo certero y empático todo aquello que envuelve al universo de los estados de ánimo. En realidad, tiene un don especial para mostrar sin tapujo alguno lo idiotas y vulnerables que podemos llegar a ser. Y no me pregunten cómo, pero el cineasta siempre logra adornar sus historias con un toque alegre, divertido y vitalista que hace que uno, además de enamorarse de su cine, termine riéndose de sí mismo.