Whiplash (2014)

  • Whiplash-344887410-largeEstados Unidos
  • Música
  • Dirigida por Damien Chazelle
  • Escrita por Damien Chazelle
  • Interpretada por Miles Teller, J.K. Simmons y Melissa Benoist
  • 107 minutos

A vueltas con el éxito anda Damien Chazelle, autor de esta obra. Ofrece un cara a cara deslumbrante entre alumno y maestro. El primero es una joven promesa de la música. Obsesionado por alcanzar la perfección, por ser uno de los más grandes, se vaciará en su esfuerzo por agradar a su mentor, el segundo de ellos. Este último es un profesor arrogante, maleducado y repulsivo. Está obsesionado con encontrar al nuevo Charlie Parker, a su pájaro, llenar su ego interior con tal descubrimiento. En el fondo, los dos personajes son almas gemelas, aunque situadas a distinta altura. Ambos están empapados de miseria, personas despreciables que supuran una ciega competitividad (roza lo inhumano) por cada uno de sus poros.  

Lo mejor del film, para mí, son las interpretaciones de los dos actores protagonistas. Miles Teller muta de una forma natural desde su titubeante actitud inicial hasta la kamikaze conducta final. Todo resulta y suena creíble en él. Lo mismo para J.K. Simmons, encargado de dar vida a un personaje más plano -un depredador de mentes humanas- que aquel, pero que aporta el músculo necesario para sostener con vida a la narración. Un mano a mano, como digo, tremendamente adictivo. 

El guion, por su parte, es de lo más ramplón que uno pueda encontrar. Es un panfleto deshumanizador sobre las miserias del éxito. La discusión en la típica cena familiar y la ruptura con la novia –Melissa Benoist– dan previsible sustento a aquel. Todo se vuelve grisáceo, así percibimos lo frustrante que puede llegar a ser tu vida (buen momento el cruce entre los dos náufragos en un club de jazz nocturno), o los peligros que acompañan a la obsesión (la facilona escena del accidente). El final, eso sí, es deslumbrante, congeniando la voracidad de los dos protagonistas encima del escenario. En suma, la narración de Chazelle lo convierte todo en puro nervio y tensión. La película es un chispazo que se ve y escucha con gusto.